Antes leíamos muchos libros así que llegaron los electrónicos para que pudiéramos adquirir muchos más, desde entonces parecía que se había inventado todo respecto a la lectura, pero no es así ya que unos estudiantes del Instituto Tecnológico de Massachusetts (Felix Heibeck, Alexis Hope, Julie Legault y Sophia Brueckner) han decidido ir más allá.
Llega Sensory Fiction, un libro no digital que nos sumerge en el mundo que estemos leyendo a través de las sensaciones, inspirado en la obra de Neil Stephensen “The Diamong Age” en la que el protagonista es un ingeniero que diseña un manual ilustrado que se adapta a las circunstancias del lector.
Sensory Fiction dispone de unas 150 luces LED incorporadas y un pequeño chaleco que identifican automáticamente la página en la que nos encontramos y muestra diferentes colores según sea algo triste, divertido, etc., además de transmitirnos vibración, presión mediante pequeños airbags, otra temperatura e incluso música según sea la historia.
El título escogido para presentar Sensory Fiction ha sido uno de James Tiptree llamado “The Girl Who Was Plugged In” .
Como podéis ver, una grandísima idea que podría resultar muy ventajosa sobre todo para niños en hospitales o enfermos que no puedan disfrutar de la vida como hacemos el resto, y animarles así un poco más en su día a día; deberían adaptarlo también para que fuera un audiolibro, y lo que más me ha gustado es que es la creación de unos estudiantes, dando ejemplo a los que ya superaron esa fase, ¡perfecto!